Cuando pensamos en radares se nos pueden ocurrir muchos, pero principalmente nos vienen a la cabeza los meteorológicos, los que usa la aviación y, evidentemente, los de velocidad que están instalados por las carreteras de todo el mundo.
Pero lo cierto es que existen muchos tipos de radares, y cada vez más asociados con la conducción. Por ejemplo, algunos países se están planteando instalar radares de peso para medir el peso de los camiones y multar a los que se pasen de la capacidad máxima permitida, mientras que en otros casos hay radares térmicos que detectan la cantidad de gente que circula por carriles Bus-VAO.

Pues bien, lo último en radares para controlar aspectos relacionados con la automoción llega de la mano de los radares de ruido. En efecto, el sonido que generan los vehículos se une al resto de sonidos de las grandes ciudades para provocar unos índices de ruido muy elevados, por lo que cada vez son más las ciudades que están instalando dispositivos que miden los decibelios para incluso, llegado el caso, sancionar a quién supere el límite.
El ruido, un grave problema en las ciudades
Seguro que a todos nos ha pasado: vamos hablando con alguien tranquilamente por la calle, ya sea en persona o por teléfono, y el paso de algún coche, moto, camión o similar nos ha obligado a levantar la voz o a dejar de escuchar lo que nos ha dicho nuestro interlocutor. Una breve pausa que no parece tener muchas consecuencias aparentes, pero que en el fondo resulta perjudicial para la salud.
Así lo demuestran los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que afirma que la contaminación acústica provoca hasta 16.000 muertes prematuras en el Viejo Continente y un total de 72.000 hospitalizaciones. Además, también se recoge en estas investigaciones que hasta el 20% de la población está expuesta a niveles de ruido que se sitúan por encima del nivel máximo permitido, especialmente en grandes ciudades.
París, Londres, Nueva York…

Hasta la fecha han sido ciudades como París, Londres o Nueva York las que han implementado este tipo de radares, e incluso Barcelona se ha planteado su instalación. Y ahora hemos conocido que una nueva urbe se suma a esta lista: Ámsterdam. En efecto, la capital de Países Bajos ha anunciado que implementará varios radares de ruido por sus calles para medir los decibelios que generan los vehículos, incluso sancionándolos si es necesario.
Por el momento estos radares de ruido solo se encargarán de avisar a los conductores de que han superado el límite establecido (que se sitúa en 83 dB), pero no se descarta que, si la medida disuasoria no es efectiva, empiecen a sancionar a los vehículos incumplidores con multas de 280 euros.
Así son los radares de ruido

Como se puede ver en las imágenes, los radares de ruido que se están instaland en Ámsterdam están formados por una caja que cuenta con cuatro micrófonos en su interior, para obtener una muestra fidedigna tanto del nivel de ruido como de su procedencia exacta. Actualmente están conectados a un panel informativo que se ilumina cuando se supera el nivel de ruido máximo, pero la idea es perfeccionar el sistema para poder sancionar.
Estos micrófonos serán capaces de detectar de dónde viene el ruido, pero tendrá que ser una cámara similar a la de cualquier radar de velocidad estándar la que se encargue de realizar la fotografía del vehículo infractor para poder leer su matrícula y procesar la denuncia.
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