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5 malos hábitos de conducción que están destrozando tu coche

5 malos hábitos de conducción que están destrozando tu coche

Prácticamente todos los conductores tienen en cuenta que sus vehículos necesitan un mantenimiento y una serie de cuidados básicos, pero no todos son conscientes de que, sin darse cuenta, realizan una serie de malos hábitos de conducción que están destrozando sus coches. Lentamente, sí, pero de forma imparable.

¿Sabías que algo tan simple como tener el coche sucio puede reducir la vida útil de varios de sus componentes? No siempre realizar malos hábitos de conducción implica realmente conducir mal o forzar la mecánica, sino que en ocasiones puede referirse a acciones cotidianas que realizamos sin darnos cuenta.

Las implicaciones de mantener estas actitudes poco favorables para nuestro vehículo son fáciles de imaginar: fallos y averías, lo que se traduce en una visita al taller y muchos euros menos en nuestro bolsillo. Es por eso que hoy en QUADIS select repasamos 5 malos hábitos de conducción que están destrozando tu coche, para que poco a poco intentes corregirlos. ¡Vamos allá!

No realizar el mantenimiento cuando toca

malos hábitos de conducción

Bueno, el primero de los malos hábitos de conducción estaba más que claro, ¿no? No es exactamente algo que tenga que ver con la conducción en sí misma, pero es evidente que es el hábito que más puede perjudicar a tu coche. Y es que los fabricantes establecen unos periodos de revisión, mantenimiento y sustitución de piezas en base a lo que han calculado que pueden durar, por lo que si lo alargamos más de la cuenta… pueden surgir averías.

Estamos de acuerdo, en ocasiones no es fácil realizar el esfuerzo económico de tener que cambiar determinados líquidos o filtros, y ya no hablemos de operaciones como la sustitución de la correa de distribución. Pero conviene tener en cuenta que tanto las operaciones de mantenimiento más simples como las más complejas son imprescindibles para que nuestro coche funcione a la perfección. ¿Retrasarías una visita al médico cuando te duela algo? Pues con el coche no deberíamos hacerlo tampoco.

Circular habitualmente en reserva

Otro de esos malos hábitos de conducción que cuesta corregir, especialmente con los precios del combustible que tenemos actualmente… pero que nos puede evitar costosas averías. Aunque conozcas tu coche y sepas que cuando entra en reserva puede hacer X kilómetros sin problema, lo más recomendable es repostar siempre que lleguemos al último cuarto de depósito.

Los motivos son diversos, pero los más importantes son dos: el primero, que la bomba de gasolina sufre más para bombear combustible y puede absorber aire en lugar de gasolina o diésel, y el segundo que cuanto más se apure el depósito más fácil es que entren en el circuito de inyección determinadas impurezas que pueden encontrarse en el fondo del depósito.

Apoyarse en la palanca de cambios o parar con el embrague presionado

malos hábitos de conducción

Vamos ahora con dos malos hábitos de conducción que guardan una relación muy estrecha, que prácticamente hemos hecho todos y que en muchas ocasiones ni siquiera sabemos que son perjudiciales. El primero es simple: la palanca de cambios la hemos de usar para cambiar de marcha… y nada más. Es muy habitual que se use como reposabrazos improvisado, pero eso lo único que hace es forzar los mecanismos internos de la caja de cambios. Y nadie quiere que los rodamientos, los sincronizadores o las varillas se estropeen, ¿verdad?

Por otra parte, cuando nos detengamos en un semáforo lo correcto en un vehículo manual es poner punto muerto y no tocar ni la palanca de cambios ni el embrague. Pero en muchas ocasiones nos detenemos y, o bien tocamos el embrague con el pie, o bien mantenemos una marcha engranada. Ninguno de esos dos hábitos es bueno, ya que a la larga acaban provocando un desgaste acelerado del embrague y de sus engranajes.

Circular demasiado lento o con la marcha inadecuada

¿Cómo? ¿Que ir lento también es malo? Pues sí. O más que lento, a una velocidad innecesariamente reducida. A muchos conductores parece que les de miedo acelerar o revolucionar el coche, y además en el caso de los motores turbo en muchas ocasiones no es necesario. Eso se traduce en que suben marcha a muy bajas revoluciones, impidiendo que el coche se revolucione. Y eso, aunque no lo parezca, puede ser problemático.

Los motores están diseñados para ofrecer su potencia y su par máximo a un determinado número de revoluciones, por lo que circular habitualmente a menos vueltas de las necesarias provoca que elementos como las bielas, la bancada de cilindros, el cigüeñal, el catalizador o el árbol de levas sufran más de la cuenta. Además, en los vehículos diésel la válvula EGR no puede realizar su trabajo correctamente, por lo que acaba acumulando más carbonilla y se puede obstruir. ¡No tengas miedo, baja marcha cuando toque y acelera, que no se va a romper el coche! (Excepto si te has saltado el primer consejo, claro).

Circular con el coche siempre sucio

malos hábitos de conducción

Como decíamos al principio, puede parecer una chorrada pero circular siempre con el coche sucio puede tener consecuencias negativas, y no nos estamos refiriendo únicamente a un tema estético. En primer lugar, acumular mucha suciedad y excrementos de aves sobre la carrocería acaba provocando que la pintura se dañe y pueda aparecer óxido.

En segundo lugar, si no limpiamos nunca el coche podemos sufrir los efectos de la sal que se tira a las carreteras para evitar el hielo (especialmente en los bajos de la carrocería), lo que irremediablemente conllevará la aparición de óxido. Y no estamos hablando de una pequeña zona oxidada, sino de una oxidación generalizada que puede romper elementos metálicos o incluso el chasis. Y todo esto se puede evitar simplemente pasando por un autolavado y destinando 2 o 3 euros y 10 minutos… por lo que es fácilmente evitable.

2023-05-26T20:33:32+02:00 26 mayo 2023|Consejos coches de ocasión, Mecánica|

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